Speed & emissions: ¿slow steaming o just-in-time?
El transporte marítimo es una columna vertebral del comercio internacional, responsable del movimiento de aproximadamente el 80% del comercio mundial por volumen. Su alcance global y magnitud lo convierten en un eje fundamental para las cadenas de suministro. Sin embargo, también es una de las fuentes importantes de emisiones contaminantes, principalmente de gases de efecto invernadero (GEI). Frente a la creciente conciencia ambiental y la necesidad de descarbonizar el sector logístico, la industria naval ha puesto sobre la mesa dos conceptos estratégicos que marcan la pauta para mejorar la eficiencia: el “slow steaming”, o navegación a baja velocidad, y la estrategia “just-in-time”, enfocada en la puntualidad y reducción de tiempos en toda la cadena logística.
¿Qué es “slow steaming”?
El término slow steaming se refiere a la práctica de operar buques a una velocidad menor a la tradicional para reducir el consumo de combustible y, con ello, las emisiones contaminantes. Mientras que un buque carguero típico puede viajar a velocidades de entre 20 y 25 nudos (aproximadamente 37 a 46 km/h), en slow steaming esta velocidad puede reducirse a 12-14 nudos (22 a 26 km/h) o incluso menos.
Esta reducción en la velocidad implica una disminución proporcional del gasto de combustible, dado que la resistencia hidrodinámica que enfrenta el buque aumenta de forma exponencial con la velocidad. Por lo tanto, pequeños recortes en la velocidad pueden traducirse en ahorros significativos en consumo y emisiones.
Esta técnica se popularizó especialmente tras la crisis económica mundial de 2008-2009 cuando los armadores buscaron reducir costos operativos durante la caída del comercio global.
Ventajas del slow steaming
- Reducción significativa de emisiones de CO2: El consumo de combustible puede disminuir entre un 25% y un 40%, lo que reduce la huella de carbono de cada viaje.
- Ahorro en costos operativos: Menor consumo de combustibles fósiles representa menos gastos directos para las navieras.
- Vida útil extendida de motores y mantenimiento: Operar a velocidad reducida disminuye la fatiga mecánica y desgastes rápidos.
- Contribución a metas globales: Se alinea con compromisos internacionales como el Acuerdo de París y regulaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre reducción de emisiones.
Desventajas y desafíos del slow steaming
- Aumento en tiempos de tránsito: Viajes más lentos significan mayor tiempo entre puertos, lo que puede afectar la cadena de suministro.
- Necesidad de reajustar horarios: Logística portuaria y distribución deben adaptarse a los nuevos tiempos.
- Posible incremento en inventarios: Al demorarse la mercancía, los operadores pueden necesitar mantener mayores stocks para garantizar disponibilidad.
- Dificultad para productos perecederos: Algunos bienes de consumo rápido o sensibles requieren envíos más ágiles, lo que limita la aplicación del slow steaming.
¿Qué es “just-in-time” en el transporte marítimo?
La estrategia just-in-time (JIT) aplicada a la logística y el transporte marítimo se enfoca en sincronizar las operaciones de manera que los buques lleguen a puerto exactamente cuando los contenedores y la infraestructura están listos para recibirlos. El objetivo principal es minimizar tiempos de espera en alta mar y en terminales, así como optimizar el uso eficiente de recursos.
En esencia, JIT en el ámbito marítimo busca evitar demoras y tiempos muertos que generan costos innecesarios y emisiones adicionales. Esto significa que los barcos ajustan su velocidad y rutas para llegar “justo a tiempo”, ni antes ni después, coordinando con operadores portuarios, agentes de carga y logística terrestre.
Ventajas del just-in-time
- Reducción de tiempos ociosos: Los buques no deben esperar en rada para atracar, lo que mejora la eficiencia.
- Optimización del uso de recursos portuarios: Menos congestión facilita la programación de grúas y personal.
- Menores costos operativos asociados a demoras: Tarifas portuarias y costos por espera se reducen.
- Reducción indirecta de emisiones: Al evitar tiempos muertos consumiendo energía sin desplazar carga, se disminuye el impacto ambiental.
- Mejor sincronización con la cadena de suministro terrestre: Facilita transferencias inmediatas hacia trenes y camiones.
Desventajas y desafíos del just-in-time
- Necesidad de sistemas avanzados de coordinación y comunicación: Se requiere integración digital entre navieras, puertos y transportistas.
- Impacto de retrasos imprevistos: Condiciones climáticas, problemas técnicos o congestión pueden romper la sincronización.
- Dependencia tecnológica elevada: Requiere inversiones en sistemas de seguimiento y análisis en tiempo real.
- Flexibilidad limitada: Las desviaciones en las agendas generan complicaciones logísticas.
Análisis comparativo: Slow steaming vs Just-in-time
Ambas estrategias responden a la necesidad de hacer el transporte marítimo más eficiente y menos contaminante, pero desde perspectivas distintas y en ocasiones complementarias. A continuación, examinamos sus diferencias, simultaneidades y puntos de tensión.
Impacto en emisiones
El slow steaming aporta directamente a la reducción de emisiones al disminuir el consumo de combustibles fósiles, pues la velocidad más baja implica menos gasto energético por milla náutica. Los estudios indican que un recorte del 10% en velocidad puede traducirse en una reducción del 19% en consumo de combustible y emisiones.
El JIT contribuye indirectamente a la eficiencia ambiental, al evitar horas de espera con motores encendidos sin movimiento (“hoteling”), que también generan emisiones innecesarias. Sin embargo, un buque que necesariamente debe acelerar para llegar a tiempo, podría aumentar su velocidad en determinados tramos, contrarrestando en cierta medida el ahorro de combustible.
Impacto en costos logísticos y cadena de suministro
Slow steaming puede implicar costos adicionales debido a mayores tiempos de tránsito, lo que afecta plazos de entrega, necesita mayor gestión de inventarios y afecta la rotación de mercancías. Algunos tipos de carga, especialmente perecederos o cargas urgentes, se ven afectados.
JIT reduce costos asociados a almacenamiento y agiliza el flujo de mercancías, contribuyendo a la eficiencia del inventario y satisfacción del cliente. Sin embargo, requiere una compleja coordinación para evitar demoras y manejar problemas de última hora.
Consideraciones operativas
Slow steaming requiere la recalibración de horarios de todo el sistema logístico, considerando que todas las etapas deben adaptarse al aumento del tiempo en alta mar.
Just-in-time exige sistemas tecnológicos robustos de monitoreo, análisis predictivos y comunicación en tiempo real para que el buque pueda acelerar o desacelerar conforme a la planificación.
Flexibilidad y adaptabilidad
Slow steaming puede ser implementado relativamente fácil, modificando la velocidad y sin necesidad de cambios tecnológicos profundos, aunque limita la rapidez de la cadena logística.
Just-in-time exige un sistema integral que puede toparse con restricciones del entorno y es vulnerable a eventos disruptivos como mal tiempo, fallas técnicas o problemas en puertos.
Contexto global y normativo
La Organización Marítima Internacional (OMI) ha establecido objetivos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria marítima en al menos un 50% para 2050 en comparación con 2008. Estrategias como slow steaming y just-in-time son vías que el sector explora para cumplir con estos objetivos sin sacrificar competitividad.
Además, muchas legislaciones regionales están incorporando regulaciones ambientales estrictas, incluyendo la implementación de zonas de control de emisiones (ECAs) y requisitos de eficiencia energética para buques nuevos y existentes.
Por ejemplo, El Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas promueven la reducción del impacto del transporte global, incentivando la innovación tecnológica y cambios operativos.
Casos prácticos y experiencias en la industria
Ejemplo de slow steaming: Maersk y la crisis del 2009
Durante la crisis financiera de finales de 2008, la naviera Maersk adoptó el slow steaming a gran escala para reducir costos y emisiones en sus rutas. Esto les permitió mantener competitividad ante la caída en demanda y ajustarse a las nuevas realidades económicas. Esta medida se consolidó como una práctica estándar en muchas líneas marítimas, demostrando su eficacia.
Ejemplo de just-in-time: Puerto de Singapur
El Puerto de Singapur ha implementado sistemas avanzados de coordinación y comunicación para lograr la llegada just-in-time de barcos, optimizando el uso de sus instalaciones, reduciendo congestión y tiempos muertos. Gracias a tecnologías como el big data y el internet de las cosas (IoT), logra una sincronización eficiente entre navieras, terminales y transportistas terrestres.
¿Pueden coexistir slower steaming y just-in-time? ¿Cuál es el futuro?
En principio, slow steaming y just-in-time parecen opuestos: uno desacelera el viaje para ahorrar combustible y emisiones, el otro ajusta la velocidad para llegar puntual y no perder tiempo en puerto. Sin embargo, la práctica y la innovación tecnológica permiten que ambos conceptos se complementen. Mediante herramientas digitales que predicen condiciones y permiten ajustes dinámicos, un buque puede ralentizar su velocidad cuando el puerto no está listo y acelerar un poco cuando es necesario, equilibrando eficiencia operativa y reducción de emisiones.
La clave está en la optimización basada en datos y la colaboración entre actores del ecosistema marítimo.
Innovaciones tecnológicas que impulsan la integración
- Sistemas de predicción meteorológica y marítima: Permiten planificar la ruta y velocidad para optimizar consumo y sincronización.
- Digital twins (gemelos digitales): Modelan escenarios en tiempo real para decisiones óptimas en navegación.
- IA y Machine Learning: Permiten mejorar la calibración de la velocidad ajustada a las condiciones del tráfico portuario y demanda.
- Comunicación IoT entre buques y puertos: Facilita la coordinación precisa y actualizada al minuto.
Impacto ambiental: profundizando en emisiones y sostenibilidad
El transporte marítimo produce aproximadamente el 2-3% de las emisiones globales de CO₂. Entre los contaminantes también se encuentran óxidos de nitrógeno (NOx), dióxidos de azufre (SOx) y partículas finas, que afectan la calidad del aire y la salud humana en ciudades portuarias.
La reducción de velocidad mediante slow steaming sigue siendo, según diversos estudios técnicos, una de las medidas más efectivas a corto y mediano plazo para disminuir emisiones absolutas, sin necesidad de tecnologías disruptivas inmediatas.
Sin embargo, la reducción de emisiones también debe ser acompañada por:
- Transición a combustibles más limpios: como gas natural licuado (GNL), biocombustibles o hidrógeno verde.
- Mejora en la eficiencia de motores y sistemas propulsivos.
- Optimización logística integrada: para evitar viajes innecesarios y maximizar cargas.
- Implementación de energías renovables auxiliares: como paneles solares, asistencia eólica y baterías híbridas.
Desafíos para la implementación masiva y pautas recomendadas
Implementar slow steaming o just-in-time no es tarea sencilla y requiere un enfoque integral.
Para slow steaming
- Revisión y reajuste de toda la cadena logística (puertos, distribución terrestre, almacenes).
- Comunicación constante con clientes y proveedores para gestionar expectativas.
- Gestión eficiente de inventarios, especialmente para productos sensibles al tiempo.
- Análisis financiero para equilibrar ahorros operativos con posibles impactos en ventas o contratos.
Para just-in-time
- Inversión en tecnologías digitales y capacitación del personal.
- Creación de protocolos de comunicación y contingencia para imprevistos.
- Integración y cooperación entre múltiples stakeholders (navieras, terminales, autoridades portuarias, transportistas).
- Monitoreo constante y análisis predictivo para ajustar parámetros operativos.
Conclusión: hacia un transporte marítimo más eficiente, sostenible y resiliente
“Speed & emissions: ¿slow steaming o just-in-time?” es una pregunta que refleja las tensiones y oportunidades actuales en el sector marítimo. Mientras que el slow steaming se fundamenta en reducir la velocidad para minimizar el impacto ambiental y costos, el just-in-time busca la eficiencia operativa y la reducción de demoras. Ambas estrategias no son excluyentes y pueden ser integradas con el apoyo de tecnologías avanzadas y una mejor coordinación entre actores.
El futuro del transporte marítimo sustentable se apoyará en:
- La adopción combinada de prácticas operativas eficientes.
- La innovación tecnológica en monitoreo y comunicación.
- El compromiso regulatorio y empresarial con la descarbonización.
- Un enfoque colaborativo que permita adaptarse en tiempo real a las condiciones del mercado y medio ambiente.
Finalmente, la elección y aplicación de slow steaming, just-in-time o una combinación flexible entre ambas debe basarse en un análisis detallado de las características del servicio, modelo de negocio, tipología de carga y exigencias del mercado.
Glosario de términos clave
- Slow Steaming: Estrategia de operar buques a velocidades reducidas para ahorrar combustible y reducir emisiones.
- Just-in-Time (JIT): Estrategia logística que busca la llegada puntual y sincronizada de barcos para evitar esperas y optimizar recursos.
- Órganización Marítima Internacional (OMI): Agencia especializada de las Naciones Unidas dedicada a regular la seguridad, eficiencia y medio ambiente del transporte marítimo internacional.
- Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): Principalmente CO₂, NOx, SOx y metano, que contribuyen al calentamiento global y contaminación atmosférica.
- Reducción de velocidad: Disminución intencional de la velocidad de navegación para optimizar consumo energético.
- Optimización logística: Mejora en la planificación y ejecución de operaciones para maximizar eficiencia y calidad del servicio.
Enlaces internos y externos
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Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (HCCH) – Convenio
https://www.hcch.net/es/instruments/conventions/full-text/#!/instrument/41